Tuesday, April 2, 2013
Zelith
Caminar
y hablar
como un loco
indeterminado,
blasfemar
por la calle,
aquellos
años absurdos,
que tropezaron
un día
con la sombra
de una mujer
perdida
en el limbo,
de ojos
tan negros,
como el dulce
silencio.
Su sonrisa desborda
sensualidad,
la carne devorada
por demonios
de papel,
es la orgia
en cada palabra
de un poema
sin final...
Monday, April 1, 2013
Una sombra
Blanco cielo inmortal,
azul extenso azul;
verde campo,
nuevo mundo alucinante;
de pasos perdidos
en los abismos...
Entre los vivos desolados.
Vanas palabras
Únanse las palabras,
las llanuras,
los castillos embrujados;
únanse las preguntas;
y el aroma de la mujer,
del extraño suelo envenenado.
Ninfa
Inmaculada
de lapso poseído;
bajo la lluvia
tu clítoris
observa complacido;
de aliciente
andar eres.
Como piedra
al rodearte el sol
hogar eminente
de los elfos.
Luz tenue
Solo esfinges
de monótona expresión,
ondean esta falsa esfera
fría y deshonesta,
de manantiales oscuros
y contaminados...
Poema piramidal
Bella ensoñación
que esculpieron
los grandes maestros
en la hora piramidal
de las antes artes probadas...
Licántropos
Carruaje del deseo
Si en lo obscuro,
inquietas al mundo
con tu silueta,
compones
tonadas sublimes
y placenteras.
Tus senos,
Invitan a un banquete
de alborozo...
Y si la alborada
llega lenta
como la ansiamos.
El viento,
te excitará
con su perfume.
Y tu piel,
Niña
tu piel...
Hada blasfema,
Canción del silencio...
!Marte...!
La noche,
aúlla
rostros distantes,
húmedos.
Oriente
mastica dunas;
sangrante marco.
Letania
de gritos mortales...
I
...Azul...
Tic-Tac
Tic-Tac
numeros difusos,
transmutación
a lo eterno;
viaje.
II
...Rojo...
Tic-tac
Tic-tac
Curiosidad
de los segundos.
III
...Verde...
Tic-tac
Tic-tac
Me despido
del relojero,
que le robó
el oxigeno
a la nada,
quebró los huesos
de los gusanos
en la clase
alta de la pobreza,
se lanzo
al recuerdo
del olvido,
penetró
profundamente
el cielo,
y se llevó
a la tumba
las pilas
de mi reloj.
Conciencia furtiva
Unamos
nuestras mentes,
en el aquelarre
de la vida,
arrabales otoñales,
aquella
magia
que degustamos
de la conciencia
furtiva,
llamaradas
inconcientes,
doblegadas
por nuestras
culpas.
Cáliz
Un canto
de sirena
inundando habitaciones
entre mares
de tinta;
y aquella estación.
Cáliz,
cáliz
de rojas
llamas,
señorita
pagana...
cáliz eterno,
guardián
de la verdad,
del secreto,
Cáliz
puerta
al inframundo;
esencia inviolable,
medieval.
encuentro inmortal...
legendario,
quintaesencia
resguardo arcano.
Cáliz,
deseo escarlata,
lunas inmersas,
profunda sensualidad
elixir de lo eterno.
En un rincón
Cuantas tardes,
bajo un lecho
de madera,
nos preguntamos
si las luciérnagas
no fueron antaño
dueñas del cielo;
si los dioses
no crearon
melodías del tiempo,
embriagadas del viento;
si los mares
se contraían
al pintar ninfas
en el miedo;
si los campos
excitaban
sus hojas
al compás del fuego;
si al sueño medieval
lo fulmino el trueno;
si el aliento
formo el lienzo
del averno;
si el duelo
de dos águilas,
inspiro la metáfora
de una Venus desnuda
ante su ruego;
si este asfalto
registro el aroma
de una musa
en el hielo;
si los grandes imperios
sucumbieron por una grieta
en el suelo...
El anden
Las trampas del presente,
son como lobos
al acecho de su presa;
como antorchas,
iluminando los secretos
de un viejo castillo.
Muevo la manija del reloj,
con tal de volver
los ojos al pasado;
pero aquel sueño,
animado por los recuerdos
aún duerme,
para mañana,
transformarse en este instante.
Transmutación
Lancémonos al precipicio,
donde las ideas,
han perturbado lo irracional;
y los lunáticos
se pierden al final del troquel.
Allí,
nereida,
el velo que nos abriga,
es un asceta errante;
se levanta sin afán
sobre la lúgubre mañana.
Caronte
Magdalena
A la moza,
a la pura,
a la sencilla
de azabache
de interrogante
ensortijado.
A la original
corriente;
este accidentado
y hermético himno...
intensa señorita.
de ojos paganos.
Cabala
Musa blasfema,
entera musa
tiempla al llamar
tu errante andar.
Musa blanca
submundo inquieto
agua calma
blanca musa.
Tras de ti
un duende sentado,
hila un collar,
lagrimas
sobre tu seno.
Musa
de la orbe inconciente,
has la huida,
entre estas tinieblas.
Acepción
Presidía el rito
un monje blanquecino,
la daga;
de virgen escarlata
su ropón manchaba,
en la cerrada vía de Praga.
Bajo la lluvia
Alucino
recostado en el esqueleto de un dragón,
sostengo en mi mano izquierda
una lata de cerveza
y en la otra
palabras que se come el olvido.
Un tigre pasa volando
y un perro me habla
mientras pinto una puerta
con la sonrisa de la muerte.
Ahora cruzo la calle y me detengo...
Marionetas
Ingeniosas
las formas
que nos confunden,
ingeniosas
las olas calcinantes.
Ingeniosas
las verdades
sin ausencias;
ingeniosas
las partículas
de arena;
ingeniosas
las marcas
de la madera...
Artemisa
!Ha vuelto la luna!
con su corazón herido.
La han deshojado
y ahogado en el río.
!Ha vuelto la luna!
sus ojos de almizcle
hipnotizan la mente.
Será vigilia
o un sueño
manifiesto?
Todo es gris,
la oscuridad
reina en oriente,
sur y occidente.
en las alturas
y en este desierto.
!Ha vuelto!
la naturaleza;
las ideas.
Su perfume
no dejara
de volar
por esta celda
inmortal.
Canción del silencio
ojos marchitos,
unción
de lo implacable...
destellos
inmortales,
luz blasfema
e inquietante.
Cuerpo etéreo
melodía medieval,
de mis sueños
furtiva,
eterna llama
dorada,
oro perfecto
canción
de lo universal...
Saturno vigilante
aboga por tu mente,
es tu rostro
un espejo
de sueños inquietantes...
Libertad
de los segundos.
Fieras incandescentes;
estados de quietud,
doblegan
y enriquecen mi camino...
tu mirada
es el laberinto
perdido
de púrpuras almas
desquiciadas.
Almas solitarias,
almas desahuciadas
almas ansiosas
por el poder.
Inciertos
espectros
del espejo
salen a divagar.
Eternas sombras
juegan firmes
entre la niebla
y el sol perpetuo.
Asceta
Bañado en sangre,
un asceta
busca su destino.
Atrás
el valle
de caudillos desolados,
sucumbió ante la trampa
de su escudo roto...
Abnegado
deshecho
marginado.
Hallo una espada
retorcida
la tomo en sus manos,
alzo el rostro;
y con su cuerpo descuartizado
al firmamento
enmudeció con sus lamentos...
Intermitentes...
bajo aquel yelmo
renacían aquellos ojos
cual gárgola
en pleno vuelo,
vengando
a quien le había
arrebatado el sueño,
mientras desnudas
las nereidas
jugueteaban Octubre
en el lago del duelo...
Esencia
Quien será
la ninfa,
que de mis sueños
sea dueña?
Quien será
esa doncella,
que en los
recuerdos
sublimes
aparece de la nada?
Una pluma
que divaga
emprende vuelo
en las noches
inmensas
de nuestros
duelos inconcientes...
infinitos
de lunas eternas
ahogando en su plenitud
los hilos de plata
bajo las estrellas,
ahora vienes
cuando en mi interior
me siento derrotado
entre esas nubes
de terciopelo,
queriendo
descifrar
los enigmas
que habitan
en tu interior...
Chamanes
Sobre la cumbre
de la alta montaña,
a mi ente superior
lo protegen aborígenes
eternos.
chamanes del fuego
esa llama espiritual,
incandescente
única en la orbe,
su vista posan,
sobre los cielos,
cerrados,
el tercer ojo
proyectando su áurea
energía cósmica
al firmamento,
bañados en oro
signos de mi entorno
espiritual...
es mi cuerpo
mi complemento eterno,
a mi mente
septentrional...
clavaos
llamas espirituales.
a mis doradas pupilas
clarividencia
clara,
en los abismos
de la alborada.
Ofrenda
Del Estigia,
regresamos,
a la marcha,
y la hierba húmeda;
simulando ,
las gárgolas del mausoleo.
Aprendimos de la ciencia.
Aquella,
donde algunos
del negro rebaño,
oprimían
contra
las paredes,
cuyas leyes,
el olvido canceló.
El claro cielo
esconde cadenas
y huesos rotos;
la oscuridad,
los principios
del conocimiento.
¡Que largos cimientos,
contempla el mundo
en su apogeo!
Segunda ofrenda
Esta es la danza oscura;
donde los esqueletos
se embriagan
de los más altos poderes.
Amen de la providencial
guerra entre los santos;
abre la tierra un grupo de títeres
que olvida destrozar la mesa...
Esta es la danza oscura;
donde los esqueletos
se embriagan
de los más altos poderes.
Réquiem por las aguas
del amargo pedestal;
¿cuantas lunas
meditaba el cuervo
en la pirámide que veía?
Al horizonte,
pierde un trasgo su cofre dorado...
Esta es la danza oscura;
donde los esqueletos
se embriagan
de los más altos poderes.
El fuego,
y unas cajas viejas
descansan
al paso de un carruaje
ya oxidado,
a punto de caer sobre
el tapete calcinado.
Tercera ofrenda
Sigues allí,
ausente y desolada,
aún mas cerca
de cíclopes y pegasos;
cuyo celo,
ahoga en un grito furtivo
de quien...
se atreva a pintar tu cuerpo.
Thor,
majestad,
envuelve con tu fragor
aquella humilde cabaña;
donde una chiquilla,
poseída,
acariciando sus quince rosas,
-el oculto deseo de Pomona-
huye,
de este orate.
Cuarta ofrenda
¿Adonde emigro
la pasión
que aferrada a tus senos
como un niño a su almohada
cual campo de batalla
encendía la pradera
de soles anónimos
en este lecho?
Allá,
allá en el puerto
junto al frío desierto;
nublado y perpetuo;
la dama escarlata
auguraba lo obscuro,
fuego de unos pocos alquimistas;
tras aventurarse
por empinadas planicies.
Hasta un pueblo fantasma
y derrotado...
Pero tus pechos...
a esta sarta de inquietud
jamás se rinden prisioneros.
Permanecen calmos
en una delgada celda;
alimentan de lumbre
al mártir rastrero...
Alquimia del sendero
Quien abarca
vidas internas,
alucina inmerso,
desequilibrios
de quimeras
en el suplicio;
vigilia inmensa,
regocijo de plenitud
y cadencia.
Himno gris
de mi conciencia...
aplacas tu sabiduría
al valle de la ciencia.
Campanas absorben
la tierra,
entre las trampas
de la hiena...
Trasgos invaden
el horizonte,
pintan de ocre
los elementos
alejados del hielo.
Espíritu pagano
enormes senos.
sensualidad
al fiero Leteo;
enriqueces
mi sendero.
Diosa
En el monte de Venus
cenar yo quiero,
dentro muy dentro
de la caverna,
entre las paredes
de tu rosa,
la cual,
devorare
con mi húmedo sentido.
La nocturna luz
será nuestra guía,
beberé tus lagrimas
para convertirme
en caballero de dos mil guerras
y llevarte hasta el espacio de la pasión,
quiero acostar tu cáliz
bajo mi espada
hasta que mi ser cubra de elixir
tu piel,
y tu orgasmo me lleve a la verdad.
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